En colaboración con el Financial Times
El humano del futuro
¿Cómo será el paciente del futuro?
Los avances en tecnología de la salud están tan cerca que podemos saborearlos virtualmente, y literalmente en algunos casos, transformando la manera en la que se concibe y se trata al paciente del futuro. El Internet de las Cosas y las tecnologías de auto monitorización se acercan e incluso se introducen en el cuerpo humano, y la investigación científica y los datos se generan a un ritmo sin precedentes, con la ayuda de la inteligencia artificial (IA) y los algoritmos.
Mientras tanto, el "Internet de los Cuerpos" presenta oportunidades para que los dispositivos portátiles (o wearables) interactúen con el entorno para, por ejemplo, detectar cambios de temperatura o altitud.
Estas innovaciones en el ámbito de la salud surgen como respuesta al cambio en las prioridades de los consumidores, explica Juan de Dios Sánchez-Roselly, responsable global de estrategia de inversión de Santander Private Banking. "La Covid-19 ha dado un gran impulso a todas las tendencias de digitalización que ya estábamos viendo. Ahora que los pacientes prefieren no acudir al hospital y no están dispuestos a pasar dos horas en una sala de espera, hay un verdadero cambio de mentalidad".
El Internet de los Cuerpos
La pandemia también ha acelerado el gasto público en tecnología sanitaria, al quedar en evidencia la debilidad de la cadena de suministro médico, así como la confirmación de la necesidad de una mayor inversión en infraestructuras sanitarias. El año pasado, los gobiernos de EE.UU. y Australia aprobaron el reembolso de las consultas de telemedicina, que permiten a los pacientes hablar con los médicos por videoconferencia. También el gobierno británico anunció un fondo de 140 millones de libras para acelerar pruebas y evaluaciones de las tecnologías de IA más prometedoras con potencial para apoyar al sistema nacional de salud (NHS).
Al mismo tiempo, la tecnología sanitaria responde a una situación demográfica que ya estaba cambiando antes de la pandemia. "Los gobiernos tienen que proporcionar más asistencia sanitaria porque la población está envejeciendo", afirma Sánchez-Roselly. "Si hay una prioridad para el ser humano es su salud".
También hay cada vez más demanda de información sobre nuestro cuerpo. Al vivir más tiempo, queremos mejores soluciones basadas en más investigación. Los datos son un gran factor de aceleración, y en este ámbito estamos viendo un crecimiento exponencial, dice Sánchez-Roselly.
"Esta compañía lleva años recopilando datos genéticos, y tiene más de 12 millones de clientes. Estos datos genéticos son extremadamente valiosos para la investigación y el desarrollo, y junto con los nuevos descubrimientos y el aumento de la monitorización, pueden monetizarse en muchas áreas."
Juan de Dios Sánchez-Roselly
Responsable global de estrategia de inversión de la Banca Privada de Grupo Santander
La recopilación de datos sobre el cuerpo humano y sus características genéticas es cada vez mayor y se ha visto aumentado aún más durante la pandemia. Sánchez-Roselly sugiere que hay compañías que están desarrollando una labor muy interesante como 23andme, que realiza pruebas de ADN directamente para el consumidor.
¿Cuáles son las implicaciones para el paciente del futuro?
El informe reconoce también que la cirugía será cada vez menos invasiva y más precisa, con resultados más predecibles y recuperaciones más rápidas. Ya hay varias compañías en el segmento de atención al paciente, que está creciendo rápidamente, incluida Myrecovery, una aplicación que guía a los pacientes antes de una cirugía y en la recuperación posterior con la ayuda de vídeos y registros de progreso; y Huma, que proporciona a los pacientes una supervisión en remoto, en colaboración con 20 entidades del sistema de salud (NHS) británico.
A medida que las poblaciones envejezcan, la sanidad representará un porcentaje cada vez mayor del gasto de los hogares y los gobiernos. Las compañías que aborden enfermedades relacionadas con la edad se beneficiarán, así como las compañías innovadoras que proporcionen tecnologías y nuevas soluciones para ofrecer una mejor atención con costes menores. Previsiblemente se fomentará un aumento de la inversión en plantas de fabricación en el propio país. Todo esto son buenas noticias para los inversores.
"Con cada gran avance en materia sanitaria vemos que las personas están más que dispuestas a pagar por vivir más tiempo", concluye Sánchez-Roselly, "Se avecinan grandes oportunidades”.