Pulsa enter

En colaboración con el Financial Times

El futuro de la riqueza

Cómo los cambios demográficos están transformando el destino de nuestro dinero

Las dinámicas de los mercados y la sociedad están cambiando rápidamente. Los acontecimientos mundiales y la innovación que estos provocan afectan a todos los sectores de una manera que casi desafía a las previsiones. Al mismo tiempo estamos asistiendo a importantes cambios demográficos, tecnológicos, medioambientales y de valores sociales.

Todos estos factores influyen en la forma en la que gastamos nuestro dinero, y tendrán un enorme impacto en el futuro de la sociedad, la tecnología y el planeta.

Cuenta atrás para los modelos de valor del siglo XX

Puesto que el crecimiento ya no está garantizado y las frágiles cadenas de suministro han resultado ser insuficientes. El informe prevé que en los próximos de tres a cinco años veremos el cambio en las dinámicas de poder más importante de los últimos cincuenta años. Esta afirmación está avalada por informes que indican que la primera ola de Covid-19 generó, en solo ocho semanas, un cambio en el comportamiento digital de consumidores y negocios equivalente a lo que se hubiera producido en cinco años.

La pandemia ha puesto de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro de medicamentos a nivel mundial y ha sacado a la luz la necesidad real de invertir más en infraestructuras sanitarias. La biotecnología ha cobrado protagonismo, al igual que el poder de las tecnologías de la información.

"La gente teme el cambio porque teme lo desconocido. Pero la mayor constante de la historia es que todo cambia".

Yuval Noah Harari
Homo Deus: Breve historia del mañana.

Tuval Noah Harari

La sociedad del futuro

Dejando a un lado las transformaciones en automatización y digitalización, la edad del consumidor medio está cambiando, lo que está reconfigurando el gasto en ciertos sectores. Cada vez hay más hogares de mayor edad media, y su poder adquisitivo se traslada a los sectores de la salud y el bienestar. Las implicaciones para el sector sanitario son muchas, ya que la mayor parte del gasto relacionado con la salud se da en la vejez.

También sabemos que el consumo se está desplazando geográficamente.

Para 2030 China e India representarán el 59% del consumo de la clase media

Se ha producido una gran transformación en la generación de energía, impulsada en parte por la informática, concretamente por los avances en los semiconductores. Esto, a su vez, está impulsado por la inversión. A medida que se vayan ejecutando las políticas de emisiones, veremos cómo crecen los mercados de tecnologías de emisiones bajas de carbono, cómo a su vez mejoran la tecnología y cómo disminuye el coste de las futuras reducciones de emisiones. Hay también una enorme innovación en el campo de la energía solar, que está reduciendo el coste de producción de energía verde.

En contraste con las prioridades de gasto de las generaciones anteriores, hay un cambio de valores entre los millennials.

En 2020 1,8 millones de personas en todo el mundo eran clasificados como millenials

Por ejemplo, los millennials dan más prioridad a la responsabilidad social y al respeto al medio ambiente, gastan más en ciertos bienes como el café o los servicios de taxi y menos en viajes y productos farmacéuticos.

El planeta del futuro

"Los millennials tienen valores diferentes y están más preocupados por el medio ambiente y el cambio climático", añade Matarranz. Esto significa, de nuevo, que las prioridades de inversión están cambiando, tal y como reflejan iniciativas como el Green Recovery Challenge Fund o el proyecto Next Generation EU de la Unión Europea. Este escenario es muy positivo en cuanto a oportunidades de creación de valor para compañías jóvenes. También es un factor esencial en la economía circular, y un incentivo para fabricar productos que no estén diseñados para la obsolescencia.

Con el tiempo, es muy probable que los productos que compremos tengan una "puntuación de circularidad", ya que los clientes se preocupan cada vez más por el impacto de un producto más allá de su ciclo de vida.

Nike se ha comprometido a reutilizar el 80% de sus residuos

Esto antes no se contemplaba, y las compañías que encuentren mejores soluciones y conecten con los consumidores en cuestiones de circularidad van a tener mejores oportunidades de crecimiento. Un documento reciente sobre políticas de la Unión Europea sugiere que la transición hacia una economía circular apoyaría los esfuerzos de la UE para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, una prioridad clave para los consumidores millennial.

La tecnología del futuro

Por supuesto, todo esto es posible gracias a los avances tecnológicos, especialmente en el ámbito de la inteligencia artificial. Gracias a la potencia de la informática, acelerada por la computación cuántica y los nuevos procesadores, estamos viendo multiplicarse las oportunidades de crecimiento. También disponemos de una gran cantidad de información, gracias al Big Data y a algoritmos cada vez más sofisticados.

Al mismo tiempo, el Internet de las cosas permite procesar aún más datos a través de nuestros coches y teléfonos móviles. Además estas tecnologías se están fusionando con nuestro día a día, influyendo en cómo nos comportamos, qué consumimos, cómo comemos y hacemos ejercicio y cómo buscamos y recibimos servicios sanitarios.

No cabe duda de que estamos asistiendo a cambios muy importantes en los hábitos de los consumidores. Personas de todas las edades están mostrando comportamientos de consumo más sostenibles; según Deloitte, el 43% de los consumidores elige activamente las marcas basándose en su valor medioambiental. Estamos experimentando un cambio radical en los productos que compramos, la forma en que los compramos y los servicios que más valoramos. Las marcas establecidas tienen que ser extremadamente rápidas e innovadoras en sus interacciones con los clientes, y las que lo consigan recogerán los beneficios.

"Esta época de enfoque en la mejora de la experiencia del cliente es un muy buen momento para ser consumidor", afirma Matarranz. "No cabe duda de que las empresas, los gobiernos y las sociedades se enfrentan a decisiones importantes sobre las mejores estrategias para los próximos cinco años, y un consumidor exigente estará en el centro de estas decisiones".